El futuro de la energía está relacionado con las nuevas formas de producción, distribución y consumo de energía en Brasil y en el mundo.
Esta transición nace de la necesidad de utilizar recursos energéticos menos contaminantes y más sostenibles, que respondan a las demandas del presente y del futuro. Estos recursos energéticos contribuyen a la descarbonización del mundo, que consiste en reducir la emisión de gases de efecto invernadero en el presente y eliminarlos en el futuro mediante el uso de fuentes limpias y renovables, así como para la preservación del medio ambiente.
Nuestra estrategia se basa en participar y desarrollar proyectos acordes a las necesidades globales, de energías renovables y sustentables, incorporando nuevas tecnologías para la producción de bioelectricidad y biocombustibles, como el Etanol de Maíz y el Etanol de Segunda Generación (E2G).
Ambos son combustibles renovables y se perfilan como una alternativa energética limpia y un modelo de referencia en la protección del medio ambiente y reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.